Despues del paseo toca comer...una cosa que apenas nos gusta y que nunca disfrutamos, como se puede observar en la siguiente foto. La suculenta comida de hoy eran los fideos udon. Una especialidad de la region de Kagawa de la que Takamatsu es la capital. Son unos fideos bastante gordos hechos en el mismo restaurante. Son deliciosos y casi se desacen en la boca.
Como cada vez aguantamos menos este calor hemos decidido tomarnos un dia de medio descanso y 3 horitas de siesta nos han sentado de maravilla.
Por la tarde nos acercamos al centro comercial, primero para resguardarnos del calor y segundo para que Marta disfrute de una tarde de compras. Alli le esperaban tiendas de Emporio Armani, Louis Voiton, Channel y Tiffanis. Evidentemente no se pudo comprar nada, primero porque estaban cerradas y segundo porque no hubieramos tenido dinero. Casi le da un tabardillo al ver que a las 7.30pm casi todas las tiendas estaban cerradas y se tuvo que conformar con un bolso de todo a cien japo de 6 euros. Muy bonito eso si! Por lo menos es lo que dice Oscar para consolarla.
Pero que mejor consuelo que ir a cenar...y este viajes empieza a ser mas gastronomico que cultural...pero en fin asi somos los espanoles que solo sabemos hablar de tetas y de comida. Asi que nos fuimos a un izakaya que empezamos a pillar el gustillo a eso de pedir sin saber lo que pides, hasta el punto que Marta tuvo que sacar a la camarera, el cocinero, la duena y tres clientes a mostrar los dibujos de comida que habia en el cartel de fuera. Todo un espectaculo...y Oscar dentro sudando!
Conclusiones del dia: Nos lleva dias rondando la cabeza...La primera es que los ninos japoneses son super bonitos de pequenos, una monada...todos y sin excepcion. Luego pasa que crecen y es aqui cuando hay diferencias de opinion. Muchos siguen una evolucion humana normal y no cambian demasiado de aspecto y otros se les tuercen los dientes y las piernas...Pero es una opinion personal e intransferible, que conste. Y sobretodo sin ofender que nos estan tratando como a reyes.
La segunda y mas inquietante es porque tienen la mania de rellenar las almohadas con pajitas cortadas a trocitos. Nos saldremos de este pais sin saberlo, lo prometemos.
1 comentarios:
¡si es que no puedo parar de leer! Bueno, ahora si que paro, pero es por causa de fuerza mayor... ¡Me voy a comer!
¡¡que de castillos en Japong!!
Óscar, me alegro que no fuera nada el sarpullido, veo por las fotos que no te quedaron secuelas.
Publicar un comentario